LA COACH, ¿NACE o SE HACE?
Evidentemente la coach se hace, aunque para ser coach hay que tener una serie de cualidades innatas.
La experiencia empresarial es importante para poder ser coach profesional. La labor de la coach gana en credibilidad si ésta ha experimentado en “carne propia” los problemas que le plantea el coachee.
Es conveniente que la coach conozca bien lo que es una empresa. Se trata de orientar a las personas y ayudarles a que “encuentren su camino”, por lo que esa ayuda será mucho más útil si se está refiriendo a temas concretos de la situación del coachee en la empresa. En este sentido la propia vivencia de la coach es muy útil.
La formación es sumamente importante.
El coaching es una disciplina que ayuda a muchas personas y empresas a mejorar sus resultados, por tanto, a ser más felices y rentables.
La situación actual del sector está en su mejor momento.
Me mueve la pasión por las personas y aprender de forma constante, ayudando a las personas y profesionales a dar lo mejor de sí mismos, en su día a día y dentro de la empresa.
He desarrollado un proyecto denominado “Actitud Coachee” como motor de cambio y motivación.
